¿Qué es el Internet de los Cuerpos (IoB)?
El Internet de los Cuerpos, o Internet of Bodies (IoB), es en realidad un ecosistema que engloba un conjunto de dispositivos conectados a Internet que contienen software y que, o bien recogen datos personales sobre la salud, o bien pueden alterar el funcionamiento del cuerpo. Internet de los Cuerpos es considerado como esta colección de todos estos dispositivos, así como todos los datos que están recogiendo sobre uno mismo. En este sentido, los productos IoB se presentan en diversas formas, con una complejidad que va desde los relojes inteligentes y los rastreadores de fitness, muy usado por la población joven (y en general), hasta los sistemas implantables de administración de insulina, los sensores ingeribles y los dispositivos de estimulación cerebral entre otros.
En general, para clasificarse como dispositivo IoB, las partes conectadas deben realizar al menos una de estas funciones:
- Recoger datos de salud, comportamiento o biométricos
- Alterar las funciones del cuerpo humano
Al igual que otros miembros de la familia del Internet de las Cosas (IoT), los dispositivos IoB funcionan en cuatro niveles:
Hardware con capacidades informáticas limitadas o avanzadas. Los dispositivos IoB están mejorados con software integrado y un conjunto de sensores que miden datos generados por el ser humano (marcapasos, pulso, niveles de oxígeno, parámetros hematológicos…). Dependiendo de la capacidad de procesamiento del aparato, los datos de los sensores pueden almacenarse y analizarse en el dispositivo o en la nube.
Las redes, que pueden ser inalámbricas o híbridas. Las tecnologías de conectividad permiten que los sistemas IoB intercambien datos de forma segura entre sí y con un hub central a intervalos preestablecidos o en tiempo real.
Infraestructura de back-end. Cuando se trata de IoB, además de las soluciones de almacenamiento, análisis y visualización de datos, el equipo de «infraestructura» también puede referirse a un sistema de apoyo que garantice el funcionamiento ininterrumpido de un aparato, como un equipo de especialistas sanitarios listos para intervenir si se pulsa un botón de ayuda personal. que engloba
Aplicaciones de usuario final. Una interfase que permiten a las personas configurar los dispositivos IoB, conectarlos a otro hardware y a otras aplicaciones, y ver los datos de los sensores durante un periodo determinado. Estas aplicaciones suelen ejecutarse en dispositivos móviles, aunque las interfaces de voz también están ganando terreno en el ámbito del Internet de las Cosas.
No podemos hablar de IoT aplicado a la salud (IoB) sin tratar dos temas importantes: la seguridad y la privacidad. En efecto, existe por una parte el riesgo cibernético de que un actor pueda piratear el sistema, sea cual sea. Por otra parte, está el riesgo de la privacidad de todos estos datos que se están recogiendo, y las regulaciones sobre esos datos son realmente turbias en este momento.
Es necesario un marco jurídico completo que establezca directrices claras para la recogida, el análisis y el uso de los datos fisiológicos, de comportamiento y biométricos producidos por los dispositivos de IoB.
Dado que la regulación tiende a ir por detrás de las tecnologías innovadoras como ésta, probablemente dependa de los consumidores y de los pacientes sanitarios ser realmente conscientes de los dispositivos que utilizan y de lo que ocurre con sus datos, así como de conocer la normativa de su estado en particular, ya que varía mucho de un país a otro. Incluso si uno cree que no es interesante o que no va a pasar nada con sus datos, hay muchas incógnitas a tener en cuenta.
Abordar conversaciones donde Representantes Públicos de diferentes partes de nuestra georgrafía y niveles administrativos puedan conocer, preguntar y orientar las propuestas innovadoras que surgen en nuestro ecosistema es clave para ganar tiempo a la regulación, identificar las potenciales barreras y generar el entorno de confianza tanto para las administraciones como para las soluciones innovadoras que mejoren la vida de las personas que las usan.